Me equivoco. Si mi pollera y tu opinión no combinan, es porque sobra tu opinión. Es porque sobra que vos y todos los que piensan como vos, traten de dibujarme de una manera que no soy. Traten y consigan hacerme sentir mal por algo que me hacía sonreír.
Aunque me cueste, redoblo la apuesta y sostengo mi sonrisa. Porque mi pollera y mi sonrisa combinan; y algún día, ya no voy a tener que escuchar tus comentarios si no te los pido. Y si no combinan es problema tuyo. Lo que sobra es tu comentario y tu abuso.
Diciembre 2016