miércoles, 11 de marzo de 2020

En los ojos

Me encanta mirar en los ojos.
No sólo elegir los ojos como punto para centrar la mirada mientras converso, no. Mirar en los ojos: el movimiento de las pupilas, el color. Quedarme un segundo rodeada de eso que decimos todos en silencio. Me gusta ver las miradas escaparse a veces, y verlas volver siempre, porque la mirada, si la sostenés, funciona como un imán.
Me gusta preguntarme si también me ven a mí. Me gusta pensar que de verdad nos estamos comunicando más allá del sonido.
Me gustan tus ojos.
Me gusta hundirme un poquito en tu color, y percibir esa voz secreta que dice cosas que, a veces, ni vos mismo sabés. Me gusta porque es como respirarte desde adentro. Me gusta verte a los ojos, por lo que causa en vos y por lo que causa en mí.
Me gusta ese vals de mirarnos y no decir nada por una milésima de segundo. Me gusta ocultarnos en una risa o una pelea después del momento de honestidad que tuvimos al mirarnos. Me gusta exponerme y escaparme porque somos un sueño, fugaces como una mirada.
Me gusta verme en tus ojos. Me gusta como nos reflejamos el color. Me gusta que sepas cómo miro cuando me concentro, y cuando me preocupo, y cuando pongo mi alma en un escenario para que la veas brillar. Me gusta que tus ojos digan que te gusto, me encanta decirte que me encantas sin hablar.
Me gusta sonreír y sonreirte.
Me gusta soñar, con los ojos abiertos, mirándote.